Tot i ser un tema que ja he tocat un article d’ahir de “La Vanguardia” parlant d’aquest tema en crida molt l’atenció per diversos motius. Per començar centra el problema de l’incivisme a la zona sud de Badalona, quan en realitat és un problema que afecta a tota la ciutat. És possible que afecti més als barris del sud, però no es queda allà com sembla dir l’article. Per altra banda, l’Eduard Tortajada afirma que l’ajuntament no té medis, però, de fet, quan els té tampoc els fa servir.
Dos casos d’incivisme sense sortir del meu carrer. Els cotxes aparcats sobre la vorera i l’urinari públic que hi ha a la plaça de Les Gavines (al costat de l’entrada a l’oficina de la Seguretat Social). Què pot fer l’ajuntament en aquests casos? Multar els cotxes aparcats sobre la vorera i fer que la Guàrdia Urbana passi de tant en tant per la plaça prestant atenció. Però, de fet, ni una cosa ni l’altra…
Bé, anem a l’article.
Hay quien no tiene problemas en arrojar la basura por la ventana. La gente satisface todo tipo de necesidades en plena calle. La música suena de madrugada a todo volumen. Reina la impunidad. Todo está pintarrajeado, sucio.
Hace diez años esto era impensable, dice Ángel Vendrell, de la asociación de vecinos de Artigues. “Éste era un barrio de casitas bajas, obrero pero muy agradable”. El problema, agrega, es que en los últimos tiempos se ha convertido en punto de acogida de la población más necesitada. Buena parte de los vendedores ambulantes de cerveza de Ciutat Vella vive en Artigues y el vecino Sant Roc. Las mujeres que piden limosna con sus bebés en brazos en el centro de Barcelona también han encontrado aquí su hogar. La capital tose y la periferia se resfría. Las autoridades badalonesas son conscientes de ello, pero son reacios a reconocerlo abiertamente.
Salvador Figuerola, director de la Fundació Ateneu de Sant Roc, advierte que esta situación amenaza con enquistarse en el sur de Badalona. “Ahora a mucha gente le ha dado en el barrio por romper las cajas eléctricas del alumbrado público”. Agrega que la gente se está acostumbrando a las pintadas, a las bolsas de basura abandonadas, a los parterres de árboles convertidos en papeleras, a los monumentos redecorados… “Todo ello alimentado por cierto abandono administrativo. Si alguien rompe una canasta de baloncesto, se queda rota”.
El teniente de alcalde Eduard Tortajada dice que los consistorios carecen de medios económicos y legales para reconducir la situación.
L’article sencer: La pobreza agudiza el incivismo en los barrios del sur de Badalona
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